La historia del juego se encuadra en un apocalipsis (como una millonada de juegos que salieron sobre esa época, y en años venideros), solo que aquí no nos meteremos en la piel de un militar, o tipo normal de vida normal pero con entrenamiento paramilitar que sabe emplear cualquier tipo de arma que se le ponga por delante, sino que encarnaremos a un científico. Pero no a un científico que de científico solo tiene el nombre, puesto que luego va por ahí matando zombies a dos manos a lo Left 4 Dead, sino que se trata de un científico el cual se dedica a hacer, precisamente, eso: investigar acerca de los zombies, su comportamiento, y sus reacciones, mientras vas enterándote de qué ha pasado a medida que se encuentran cintas sobre el equipo previo que estuvo en el refugio dónde te encuentras.
El control es simple: es un point and click, de esos que como no hay nada en los que se requieran reflejos y buena precisión, se puede jugar perfectamente con el touchpad del portátil. La mecánica es prácticamente tipo tamagochi, o al menso a mí me recordó mucho a eso: tienes tu mascota (aká un zombi, en vez del clásico y ya demasiado visto perrito, gatito, o pegote indeterminado con ojos y boca), y debes de cuidarlo. Según lo que lo alimentes, qué objetos pruebes con él, etc, obtendrás unas reacciones u otras. También, según que objetos uses con él, podrás modificar su comportamiento, de forma que puedes volver tu zombi-mascota más agresivo o más calmo. Las diferentes tareas de investigación que puedes realizar permiten que las acciones que modifican el comportamiento de estos muertos vivientes sean más efectivas. Y para pasar de día, simplemente hay que completar las tareas marcadas al inicio del mismo.
Ahora bien, ¿es fácil o difícil? De primeras suena muy facilito, es simplemente ir usando objetos diversos sobre el sujeto de pruebas, descubrir nuevas reacciones y completar investigaciones. Y lo cierto es que eso sí que es fácil. Lo complicado viene cuando vas a intentar descubrir las reacciones avanzadas, por ejemplo, dónde se requiere de un determinado objeto, y unas determinadas condiciones en el sujeto, lo cual suena mucho más sencillo de lo que es realmente, y puedes perfectamente tirarte más de una hora y de dos intentando lograrlo en vano. Por lo menos lo que sí te permite es guardar la partida, algo que hace automáticamente, y que, en un juego tan largo, se agradece.
Los gráficos tipo cómic, y las animaciones están muy trabajadas, y se nota que han prestado especial atención a los detalles. Al menos en este punto no han escatimado, y tras tanto juego flash y juego indie en los que parece que han decidido recortar por aquí para acelerar procesos, la verdad es que se agradece. Como único punto en contra, ciertas animaciones se notan un tanto ortopédicas, pero no hay nada aberrante en ningún momento. La música, que aparece de tanto en tanto en ciertos momentos está bien, sobre todo la del inicio. Una pena que la mayor parte del juego te la pases escuchando solo los sonidos de tu zombie.
O por mejor decir:
Reacción: "¿Qué es estooo?"
Reacción: "¿Qué es estooo?"
En resumen, Lab of Dead es un juego de simulación de cuidar una mascota, en este caso un zombie, para descubrir nuevas reacciones de los mismos y, si tienes suerte y picardía, ver también sus famosas reacciones especiales, entre otros. Eso sí, agradeceréis eso de que el juego os deje probar hasta 12 zombies, porque ya os voy avisando yo que más de uno os lo cargaréis sin querer probando cosas nuevas. Y sí, ya sé que tengo por norma solo publicar como Juego flash del Mes standalones, pero entre que está muy disconexo de los otros con los que forma la saga, y que tengo la sensación de que nunca se va a completar, pues aquí lo tenéis. Como sea, ¿listos para experimentar con zombies mientras lo tenéis de mascotas?
Como hacer malpensar a los juegadores en un sencillo paso.
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