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10/04/2024

El 2024 está siendo un año negro en cuanto a páginas webs.

En solo el primer trimestre del año ya he perdido la cuenta de la cantidad de páginas útiles que han sido borradas por el motivo que sea.


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miércoles, 24 de enero de 2024

Machinarium (PC)

(Nota: revisando la pila de entradas en borradores que dejé en su momento, la cual alza a 1/3 de todas las entradas escritas, me encontré con esto. Una entrada que tenía en borradores fechada de principios de junio de 2016, que encontré marcada como "para publicar, solo faltan imágenes". Bueno, ya iba siendo hora de que viera la luz... Además de una escusa perfecta para rejugar este título).

Machinarium es un Point-And-Click que encontré buscando por internet Little Wheel 2 (juego que, por desgracia no existe). Terminé en un foro dónde habían subido el Little Wheel, y en los comentarios me encontré que además hablaban de este juego, a colación de uno que preguntaba por un juego muy raro que había jugado hacía tiempo y no recordaba el nombre (y que resultó ser Samorost 2). Machinarium, el primer point-and-click que jugué no procedente de una página online y uno de mis juegos favoritos, fue desarrollado por el estudio indie Amanita Design, el mismo que ha sacado juegos como el ya mencionado Samorost, o Botanicula.


En Machinarium tomaremos el control de Joseph, (nombre que sabes si has visitado la web de los desarrolladores, porque en el juego, como no dicen una palabra, no se sabe), al cual tiran por piezas en un vertedero. Tras recuperar todas las partes, regresaremos a la ciudad, dónde se nos presentarán varios retos a resolver. Me gustaría destacar que es el juego más normal que ha sacado el estudio. Por lo menos aquí no estás continuamente preguntándote que mierdas se fumaban los de Amanita mientras hacían el juego. Y no precisamente en plan coña. 

Aunque, hablando de coñas, sí que tenga las suyas.

La historia se presenta in medias res, y aunque nos van apareciendo diferentes objetivos de importancia por el camino (como el desconectar la bomba), no es hasta el último tramo dónde descubres el origen de todo, y tras lo que realmente estaba detrás Joseph y por qué. Destacar que este es el primer juego que he jugué que, si bien presenta historia, no hay en ningún momento diálogos escritos, todo se nos presenta visualmente, y los diálogos amarecen como animaciones, con los robots participantes retratados como caricaturas de los mismos. Este sistema de presentar una historia de forma que todo el mundo sea capaz de entenderla está presente no solo en todos los demás juegos de Amanita Design, sino en algunos otros títulos como Missing Translation. Destacar que, si nos quedamos quietos un rato, a veces aparecerá un fragmento de historia suelto, a modo de recuerdo de Joseph, que varían según la zona. Aunque la idea no es mala, como aparecen al azar, no te extrañes si te estás media hora esperando sin que aparezca nada, y luego en 10 minutos aparezcan 2 casi seguidos.

Esos recuerdos siguen el mismo formato de presentación
que los preprogramados en ciertos momentos para contar ciertos elementos clave de la historia.

La mecánica es en plan point-and-click, por lo que es más simple que el comer: con el ratón marcaremos a dónde queremos que se mueva Joseph, así como con qué queremos que interaccione. Esto es importante, ya que no podemos coger algo (por ejemplo) si ese algo se encuentra fuera de su ratio de alcance. Vamos, que aquí nada de eso de empezar a clickear por todo lo largo y ancho de la pantalla, a ver que pasa. Nope. A pensar un poquito. Bueno, sí, siempre se puede empezar a clickear por toda la pantalla... pero es un tanto estúpido hacerlo en sitios a los que no puede alcanzar el robot.

Por mucho que pinchéis sobre la cuña, como no acerquéis a Joseph, nanay.

Hablando de pensar, este juego presenta una dificultad, eh... bueno. Según de qué hablemos, se puede decir que es adecuada o infernal nivel diseñado directamente por el mismísimo diablo. 

En el juego normal, la parte de moverse de un sitio a otro, buscar objetos, pensar que hacer con ellos, etc (vamos, lo más clásico en un Point-and-Click) presenta una dificultad que, si bien en ningún momento llega a ser desesperante (para eso ya están los puzzles directos, luego iré con ellos) no es raro quedarse pillado aquí y allí. Sin embargo, pocas veces tienes esa molesta sensación de estar simplemente adivinado lo que los desarrolladores querían que hicieras, en vez de estar intentando resolver esa situación por tus propios medios. Hay alguna situación que sí que sacarás un poco a boleo, de ir probando todo lo que tienes en el inventario en ese momento a ver si pita, pero no es ni mucho menos la tónica general.

Pues aquí andamos, de mudanza.
Con esos bidones metálicos luego me saltó un glitch raro. Al menos no fue problemático.

Luego están los llamados "puzzles directos", en los que, como su propio nombre indica, nos enfrentaremos a diversos tipos de rompecabezas que bien nos podemos encontrar en páginas de juegos gratis, aunque a una dificultad endiablada la mayoría de ellos. Buena suerte resolviéndolos sin el walkthrough. No, no estoy hablando del wlakthrough the internet, sino de uno que el propio juego tiene. Para acceder a él, primero hay que pasarse un minijuego en plan marcianitos pero en horizontal, y luego accederemos a la solución... de la sala en la que nos encontremos en ese momento. Si hay que revisitar la sala, aparecen las diferentes escenas, pero no sabes de dónde viene la cosa, o a dónde va, a través de imágenes como si fuera un cómic mudo. También aparecen la resolución a todos los puzzles directos. Destacar que no se puede tener la guía abierta y jugar al mismo tiempo, por lo que cada vez que queramos consultarla, a pasarnos el minijuego.
Uno de los sencillitos.

En los apartados técnicos es sin duda dónde más destaca este juego, consiguiendo sobresaliente.

Los gráficos son una maravilla, unos paisajes preciosos llenos de detalles, que se notan hechos con mucho mimo y cuidado. Por lo que sí, merece la pena pararse a contemplar el paisaje y los pequeños detalles que adornan cada panorámicas. Además, hay una gran cantidad de animaciones, desde los gestos de Joseph cuándo no le mandas hacer nada, hasta aquellos propios del ambiente, como una boya que se mece en el agua, un teleférico al fondo, engranajes girando tras un cristal sucio, el humo de las chimeneas, etc. Un montón de cosas que a ti ni te van ni te vienen, pero que sirven para completar ese mundo mecánico en el que te has metido. Una cosa que destaca de los paisajes, además del nivel de detalle de, por ejemplo, hacer todos los ladrillitos de un muro, son las marcas de óxido, suciedad y decadencia que puedes encontrarte en todos los rincones, de un sitio que debió ser espléndido en su día pero que, bueno, el tiempo pasa... y el mantenimiento es caro. Decadencia del lugar que en ocasiones duele: a mí me pasó tanto con el salón de juegos como con el invernadero: el primero por el choque con lo que me había imaginado, ya que lo que me encontré (un sitio lleno de robots viciados) no tenía nada que ver con lo que vi (un lugar completamente abandonado). El invernadero, porque era el síntoma de la dejadez por todo.

Mejor no estar ahí abajo cuando la "piscina" se llene.

La música no le va a la zaga: una banda sonora acorde con el ambiente, que cuenta con unos temas preciosos bien adecuados a cada situación, generando una ambientación perfecta. Una cosa que me gustaría destacar, es que la música se aprecia mucho mejor jugando que descargándola y escuchándola sola como un CD normal, aunque hay temas que destacan por sí solos, como Clockwise Operetta, The Sea, o The Bottom. Una música que en muchos casos remarca lo que se ve en escena, de manera que forman un dúo para admirar.


Ahora, a ponerlo todo en balanza:
Pros:
  • Gráficos impresionantes.
  • Buena música.
  • Historia presentada en "lenguaje universal".
  • Te sumerge en el mundo presentado.
Contras:
  • Rejugabilidad nula, además que pierde al ya sabértelo todo.
  • Sacar los flashback es un aburrimiento.
  • La dificultad de algunos puzzles es nivel "diseñado por Satanás", sin coñas.
  • Se echa en falta poder explorar más.
Machinarium es un juego que me enamoró cuando lo jugué, por su paisaje, su música, las pequeñas bromas y el mundo que construye y que vas descubriendo a través de las historias que te van contando los personajes. Como todo point-and-click, en la segunda pasada pierde bastante al ya saberte todos los puzzles, pierde muchísimo. Destacar que yo me quedé con ganas de explorar más de la ciudad. Por último, destacar que este juego parece del género de "o te encanta o lo odias", sin término medio. A mí en particular me pareció increíble. De hecho es uno de mis favoritos (esto se sigue manteniendo a fecha de publicación de esta entrada, 6 años después de cuando la escribí).

Hora de averiguar que es lo que andan cocinando estos aquí.

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