El motivo de este control imperfecto lo dan en el propio juego, en la intro, y en las pantallas entre niveles: no está terminado. Lo cual nos lleva a que tenemos que salvar a la humanidad (y, ya de paso, a todo el universo) con un robotito malfuncionate. Eso sí que es echarle 2 pelotas. Ya que estamos con la historia, algo que me sorprendió para bien (y que es algo que poseen muchos juegos de este autor) es que poseen historia, y bastante bien desarrollada teniendo en cuenta que no dejan de ser juegos de corta duración, así como que esas partes se encuentran bien integradas con la jugabilidad, apareciendo en cortas intros o como final, o intercaladas en los menús entre niveles, dónde no estorban nada.
Vamos, que debemos hacernos a la idea
de que el sistema petardea.
Respecto a la jugabilidad, se trata de un plataformas, dónde nos moveremos con ASDW o flechitas (siendo S o abajo agacharse, y W o arriba salto, y el doble salto se cambia por el Jet Pack) y dispararemos con Z o M. Como iba adelantando al inicio de la entrada, el movimiento del bichejo mecánico es imperfecto: de entrada, solo tiene activas una serie de movimientos, con cierto porcentaje de acierto en su ejecución asociado a cada uno. A lo largo de los 8 niveles principales que componen el juego, podremos recoger orbes de energía, que permitirán aumentar el porcentaje de acierto de una acción, hasta volverla del 100%. Destacar que, aunque se encuentren todos los orbes de energía, no hay suficientes como para poder poner todas las características al 100%, así que hay que valorar bien en dónde gastar la energía.
Las instrucciones solo aparecen cuando se pone el juego en pausa,
ya sea manualmente, o saliendo de la pestaña dónde está el juego.
La dificultad es, para qué engañarnos, tirando a baja, incluso con el handicap del porcentaje de error, sobre todo en los primeros niveles, lo cual no significa que no sea frustrante, sobre todo al inicio debido a, precisamente, esa incertidumbre. Así pues, es altamente recomendable ir con cuidado: las prisas en este juego no son buenas. Más si tenemos en cuenta que los niveles se hacen de corrido. Tampoco es para tanto, ya que son niveles cortos (el juego completo se pasa tranquilamente en una media hora), pero aun así fastidia tener que repetirlo entero o casi entero con un bicharraco que no sabes en qué momento te va a dejar tirado.
Los gráficos, si bien son simples, están pulidos y no estás continuamente viendo píxeles, dientes de sierra o animaciones a trompicones y, siendo francos, se ven muy bien. Por lo que en este punto ninguna queja. Como ambiente tiene una música animada de estilo tecno-industrial, que pega bastante bien con el ambiente de la instalación espacial abandonada.
En conclusión, se trata de un juego flash corto (8 niveles más el final) que introduce un elemento cuanto menos raro a su mecánica, la posibilidad de que el control falle adrede, de forma bastante acertada, ya que si bien puede ser frustrante, tampoco es algo que vaya a hacerte cerrar el juego o lanzar el ordenador con la ventana. Esto se complementa con una historia que parte de un cliché más visto que el tebeo, pero al cual se le dan un par de vueltas de tuerca, y que termina con una conclusión espléndida. Altamente recomendado si se busca un juego con elementos poco vistos, y que de alguna que otra sorpresilla.
Enlaces:
En SeriusGames
En Newgrounds
En ArmorGames
Y por prisas como estas luego pasa lo que pasa.
¿Listos para tomar el control de un robot defectuoso?
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