El truculento, verdadero y desconocido origen del pomelo

Y no, este no es el título de un creepypasta que me acabo de inventar a causa de la perfecta combinación de la resaca de estar estudiando Biología Molecular de Plantas y de las fiebres que todavía me duran de las pasadas semanas, que fueron fantásticas en cuanto a carga desmesurada de estudios y trabajos. De hecho, debería estar estudiando ahora mismo hasta hacerme sangrar los codos, pero he decidido hacer un pequeño descanso, que todo ese galimatías de compuestos ya empezaban a marcarse una jota dentro de mi cerebro.

En fin, a lo que iba, que no era a desahogarme de mis penas estudiantiles. Y era... ah, sí, a contaros el origen del pomelo.

El pomelo tiene su primero origen como un híbrido, seguramente generado de forma natural (sí, híbridos hechos y derechos y además fértiles, solo disponibles en el fantástico reino de las plantas). Las especies que más papeletas tienes de llevarse la denominación de padre de esta fruta son la pampelmusa y la naranja dulce.

 Y como sé que la gran mayoría no tenía ni idea 

de que existía siquiera una planta con ese nombre, 

aquí una fotito que he encontrado para hacernos una idea.

De ese cruce salió un primer árbol... bueno, en realidad salieron varios árboles, varias variedades de pomelos, que no guardan ninguna relación entre sí salvo que son híbridos de cítricos y que comparten el nombre de pomelo. Sí, vale quizá alguno comparta padre o madre, pero que de relación filogenética y creación de las especies por evolución natural, pues como que no.

El pomelo llegó a Europa, se comercializó, bla, bla, bla, pareció alguna mutación espontánea de la que se pudo sacar partido (aunque solo fuese porque no era tan blanquita... porque sí, el pomelo original tenía el mismo atractivo color interior que la pampelmusa), pues a algún iluminado se le debió ocurrir que, oye, ¿y por qué esperar a que aparezcan mutaciones espontáneas y hacernos ricos poco a poco? ¿Por qué no adelantar el proceso?

¿Por qué no irradiar unas 200 semillas con a ver que pasa?

¿Por qué no? 

¿Y por qué diablos me han salido unos alicates en la búsqueda de "semillas pomelo"?

En fin, cuestiones existenciales aparte, eso es lo que hizo un iluminado en Texas en 1959. Y de todas esas semillas (de las cuales, supongo que la mayoría la diñaron al ser inviables), salió una que daba un fruto con muy poquitas semillas, piel fina, buen sabor y color sugerente. Esa variedad en concreto es la Star Ruby, una de las variedades más comercializadas del mundo, y que va desbancando a las demás año tras año.

Y ahora que me diga alguien que jamás ha comido estos pomelos, 

aunque fuese por probarlos. 

Los alérgicos no contáis.

Así que sí, tanto que se habla de transgénesis y demás gaitas, y resulta que es algo que se lleva haciendo desde hace décadas pero con radiación ionizante, bastante más peligrosa a mi entender que meter una secuencia de genes de forma bien controladita. Quizá algún día si me pilla de buenas os hable de transgénicos. 

Y que conste, por radiación ionizante me refiero a tipo gamma, que es la que usaron, por si acaso alguno abandonó las asignaturas de ciencias demasiado pronto en el instituto. 

Supongo que tuvimos suerte que de no saliese ninguna semilla en versión Hulk.

De todas formas, aunque esto ya sí que no puedo aseverarlo ya que todos los datos que he encontrado han sido excesivamente vagos, todas las variedades rojas han surgido por baños de radiación, ya que aunque parece ser que sí hay variedades salvajes coloradas, éstas son más bien rosas, y meterlas a la cámara ha sido la única forma que encontraron en aquella época de conservar su color rojo vivo. Así que sí, no descartaría ese origen común para la Red Rio, Ruby Red y alguna otra.

Nos veremos pronto.

(P.D.: Si alguien no se fía y le apetece comprobar esto, que teclee en Google por lo menos 'Origen Pomelo Radiación'. Si se pone solo pomelo, todas las páginas hipersanísimas que salen en cabeza solo hablan de la hibridación, pero ni una palabra de su lado oscuro. Y aún así tendrá que buscar un poco, porque las pocas páginas que lo mentan lo suelen hacer solo de pasada. Por qué no me sorprende).